La obra nos habla del sufrimiento humano y al mismo tiempo del amor. El autor nos acerca con su particular forma de narrar los hechos a una parte de su historia personal, teniendo como resultado una serie de importantes consejos para aquellas personas y familias que tienen a su cuidado un familiar o paciente con la terrible enfermedad del Alzheimer. El alzhéimer no solo va cambiando a las personas que lo padecen; también hay un proceso íntimo de transformación del cuidador. Algunos cuidadores que experimentan profundamente ese cambio, no sólo consiguen convivir con la enfermedad, en cierta forma consiguen tener una vida incluso más plena. Hay familiares que basan todos sus cuidados en el amor que sienten hacia el familiar, olvidando que una adecuada formación práctica puede ayudar a frenar el deterioro cognitivo. Ambos aspectos son importantes, pero la presencia de un amor sincero incondicional y entregado es sin duda uno de los grandes motores para ayudar al paciente. Éste es un tema que el autor aborda ampliamente en el libro pues el significado del amor y la entrega es un concepto habitualmente malentendido. La obra aporta además de una metodología completa para el cuidado de un paciente con Alzheimer, y cómo poder soportarlo desde el punto de vista del cuidador, importantes reflexiones y denuncias de cómo son tratados los pacientes que padecen la enfermedad en países como Cuba, República Dominicana y EE.UU., el autor como investigador privado no puede evitar ir más allá de una simple historia familiar, se extiende en investigar hechos muy importantes como el maltrato a los ancianos y los fraudes a la sanidad, hechos que sólo han traído como consecuencia un grave perjuicio a las personas aquejadas de tan terrible enfermedad y sus familias. En definitiva una obra que todos deberíamos leer y recomendar, ya que el Alzheimer aún no tiene cura a pesar de los grandes avances científicos realizados hasta el presente.