En la obra que tienes en tus manos se comparten dos caras de la realidad, cual moneda en circulación. En una de ellas campea la narrativa consistente en cinco cuentos de carácter provinciano. Inquietudes, reflexiones, experiencias extraordinarias y desenlaces
inesperados son materia prima en ellos. Los titulé Cinco Cuentos Benditos, no porque tengan alguna virtud teológica o axiológica, sino porque en contraste con el título de los Cien Aforismos Malditos Ilustrados, constituyen una oportunidad para divertirse, filosofar
o reflexionar sobre el enfoque inusitado de situaciones aparentemente triviales de la cotidianeidad que arrojan visiones divertidas, melancólicas o extravagantes con que tropezamos alguna vez en nuestra existencia.