¿Por qué tenemos tantas dificultades para cambiar nuestros estilos de vida cuando nadie puede negar que nuestro modelo de desarrollo tiene un impacto destructivo a nivel ecológico y social, por no hablar de la intensidad de la violencia infligida a los animales? Para Corinne Pelluchon, la superación de este desafío pasa por cerrar la brecha entre la teoría y la práctica mediante el desarrollo de una ética de la virtud. En lugar de centrarnos en los principios o consecuencias de nuestras acciones, la autora se interesa por nuestras motivaciones concretas; por las representaciones y afectos que nos empujan a actuar. ¿Qué rasgos morales pueden ayudarnos a disfrutar de hacer el bien, en lugar de estar constantemente divididos entre la felicidad y el deber? La ética de la consideración bebe de las morales antiguas, pero rechaza su esencialismo y se asienta en la humildad y la vulnerabilidad. La autora define la consideración como transdescendencia: un movimiento de profundización que permite al sujeto experimentar el vínculo que lo une a otros seres vivos y transformar la conciencia de su pertenencia al mundo común en un conocimiento y compromiso vividos. Pelluchon, lejos de dejar al lector a merced de una nueva ética, describe en este libro las etapas por las que la ética de la consideración puede llegar a convertirse en una actitud global.
Why do we have so much difficulty changing our lifestyles when no one can deny that our development model has a destructive impact on an ecological and social level, not to mention the intensity of violence inflicted on animals? For Corinne Pelluchon, overcoming this challenge involves closing the gap between theory and practice through the development of virtue ethics. Instead of focusing on the principles or consequences of our actions, the author is interested in our specific motivations; by the representations and affects that push us to act. What moral traits can help us enjoy doing good, rather than being constantly torn between happiness and duty? The ethics of consideration draws from ancient morals, but rejects their essentialism and is based on humility and vulnerability. The author defines consideration as transdescendence: a deepening movement that allows the subject to experience the link that unites him or her to other living beings and transforms his or her awareness of his or her belonging to the common world into lived knowledge and commitment. Pelluchon, far from leaving the reader at the mercy of a new ethics, describes in this book the stages by which the ethics of consideration can become a global attitude.