La Conjura. Los mil un d as del golpe, sin duda el mejor libro escrito acerca de c mo se tram el asalto a La Moneda y sobre qui nes lo manejaron, puede ser le da como el relato de la conspiraci n que condujo al golpe y, a la vez, como una narraci n de las vicisitudes y caracter sticas personales de quienes participaron en l. Una narraci n en la que se cruzan los grandes vendavales de la historia y las subjetividades que reaccionan, con pavor, oportunismo, astucia o valent a, ante ellos. Hay en este libro peque os retazos que son, en si mismos, verdaderas lecciones breves de pol tica y de historia. Pero este libro no es solamente el relato de una conspiraci n y de los personajes que en ella, como v ctimas o victimarios, participaron. Tambi n es el registro de las circunstancias que llevaron a Augusto Pinochet (hasta el 11 un sujeto m s bien sosegado y aparentemente irresoluto cuya voluntad nadie contabilizaba) a ser lo que lleg a ser: un dictador como no lo hubo nunca en la historia de Chile. En la conspiraci n que relata M nica Gonz lez, y en el golpe que la coron con xito, hubo muchos part cipes. Casi todos m s inteligentes que Pinochet, la mayor a m s cultos, sobraban los que exhib an m s prosapia militar, abundaban los que manten an lealtades eclesi sticas, predominaban los que ten an redes pol ticas (y empresariales). Sin embargo ninguno era tan astuto como l: nadie contaba con la voluntad de poder que, tras la apariencia campechana, la sonrisa de oro, los lentes oscuros y la genuflexi n que practic con escr pulo casi ritual hasta el d a 10 de septiembre, ocultaba. Pinochet es la en sima prueba de que las conspiraciones siempre acaban en manos de quienes tienen la astucia para, aprovech ndose del remolino de la historia, hacerse un nombre .