"La base de una alimentación sana y equilibrada tiene su fundamento en la lactancia materna. El amamantamiento es un arte innato en los seres humanos que, sin embargo, no está exento de unos conocimientos y actitudes que lo faciliten. Actualmente, estamos viviendo en una sociedad que se inclina hacia la lactancia artificial, por la falta de asesoramiento e información de los equipos de salud y por la pérdida de tradición generacional en la práctica de lactar. La lactancia materna es un bien preciado que debemos recuperar por el bienestar de nuestra sociedad presente y futura. Aun respetando la decisión de la mujer sobre la forma de alimentar a su hijo, las bajas tasas de prevalencia de lactancia materna deben ser consideradas como un problema de salud pública, y la balanza debe inclinarse a su recuperación progresiva. Por tanto, la promoción de este hábito es algo más que una moda o una tendencia: es un factor indiscutible de salud materno-infantil. Para una adecuada gestión de cuidados y promoción de la lactancia materna, es indispensable la participación de la madre y del padre desde el momento del nacimiento, las redes de apoyo y el entorno familiar, junto al equipo de salud".