Este libro te animará absolutamente mientras Cheryl te lleva en un viaje de su vida y de cómo, a pesar de sus 32 años de ser una adicta al crack y de muchos fracasos, Dios siempre tuvo su mano en su vida.La misma búsqueda incesante que alguna vez tuvo de beber y drogarse es la misma pasión que lleva al dar su testimonio del amor de Dios y su abundante misericordia y fidelidad. Dios convirtió lo que parecía ser una historia de vida imposible en una historia de redención y paz. Él le ha restaurado la vida y es un verdadero testimonio del poder de Dios y su deseo de liberar a todo cautivo.