Desde pequeña, la vida de la estuvo marcada por la alegría y el amor de una familia ejemplar, un refugio donde la esperanza florecía como las orquídeas silvestres y la felicidad se paseaba por los pasillos de un hogar de paz. Sin embargo, el destino tenía otros planes para ella y su familia. Al cabo de doce años, un golpe inesperado sacudió los nacimientos de su hogar: el divorcio de sus padres. Creando una índole e infundo corazón lleno de rencor, vacio y menosprecio hacia sus padres, un evento que sin parecer marcaria su vida desde entonces, se camuflaba en lazos de soledad acompañada de nostalgia, aunque su deleite de amor fue sostenido y semido por sus padres su corazón estaba errante y vacío lejos de ellos, obcultando la realidad absoluta que la acompañaba a cada lugar, espacio al que estaba refugiaba, detrás de cada sonrisa se deshojaba su esperanza de vida en el mundo en que vivía. Al transcurrir los años de vida en la adolescencia pudo experimentar las delites del mundo que la rodeaban amistades, salidas, rebeldía, pretextos que usaba para camular vacío y soledad que acogía su entorno protegido y desolado.